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Tu madre te ha mentido siempre: ser buena no es bueno
La psicóloga Katya Yovich nos cuenta porqué es importante la agresividad en las relaciones personales.
¿Por qué la agresividad?
En algún momento de mi vida me puse a buscar respuesta a la pregunta de por qué tantas mujeres tendemos a formar relaciones de dependencia. Me di cuenta que para construir una relación sana necesitamos buscar un balance entre el amor y la agresividad para no permitir que los deseos e intereses del otro nos consuman.
Para mantener este balance, es imprescindible tener una buena relación con la agresividad.
¿Por qué la agresividad?
¿Qué significa “tener una buena relación con la agresividad”?
Primero, aceptar que todos tenemos una parte agresiva y no es necesario reprimirla para que nos quieran.
Segundo, aprender a usarla. Si la reprimimos y no sabemos cómo dirigirla, acabamos echándonos la culpa de todo, criticándonos, quedándonos a solas con nuestros problemas y llevando diálogos internos con las personas que nos ofendieron.
¿Podrías darme un ejemplo?
Imagina que tu suegra hace algún comentario sarcástico sobre ti. Tú te lo tragas y te vas a casa indignada con tu suegra y enojada contigo por quedarte paralizada.
De ahí empiezas a recrear en tu mente la situación, llevas diálogos internos con tu suegra, te torturas por no haberte defendido o hasta te auto castigas por ser tan “tonta”.
Así es. ¿Y por qué no podemos defendernos o poner un límite?
Por miedo de ser rechazadas, abandonadas o violentadas.
Las mujeres que NO tienen una buena relación con su agresividad y la reprimen, se sienten demasiado culpables si ofenden o incomodan a otros. Eso las lleva a volverse destructivas o a enojarse por todo.
Sí.
¿O sea explotar o enojarte por todo también es una consecuencia de reprimir la agresividad?
Y si a mí me sucede, ¿qué puedo hacer?
Es importante el acompañamiento de un psicólogo o un programa psicológico como, por ejemplo, mi programa “Agresividad sana”.
Cuéntame más sobre el programa. ¿Cómo funciona?
El programa contiene 6 módulos y dura 8 semanas. Cada módulo tiene varios videos cortos en los que aprenderás a:
✅ lidiar con la culpa. Entenderás cómo cambiar tu diálogo interno y dejar de minimizarte. Con lo que elevarás tu sensación de valía y empezarás a proyectar más seguridad.
✅ lidiar con el miedo. Te mostraré el miedo desde otro ángulo para que puedas hacer las paces con él y por fin permitirte hacer cosas que durante muchos años no te permitías.
✅ lidiar con el enojo. Aprenderás que hablar de lo que te molesta o gritar en la almohada no son las únicas opciones de exteriorizar el enojo. Saber a identificar y canalizar esta emoción te permitirá construir relaciones sanas y placenteras.
✅ poner LÍMITES, para que la gente deje de abusar de ti y responsabilizarte de cosas.
✅ identificar la agresividad propia y ajena para poder defenderte o controlar los impulsos agresivos.
10 minutos al día es suficiente para ver resultados desde la primera semana.
También hay un riguroso acompañamiento, donde todas las preguntas y dudas, las contesto a través de un grupo privado en Telegram.
Todo está pensado para que jamás te sientas sola durante tu proceso de transformación.
Me encanta, ¿cuánto cuesta?
Ser sanamente agresiva no tiene precio.
Ahora bien, una terapia efectiva con un psicólogo para tratar tu relación con la agresividad en la profundidad que lo hacemos en el programa y poder mejorar tu relación contigo misma, construir relaciones más sanas, bajar los niveles de culpa, fácilmente podría costar unos 2000 dólares.
Con mi programa podrás obtener esos resultados por solo 297 dólares americanos.
¿Tiene garantía?
Sí, hay 15 días de garantía de 100% de devolución.
Si crees que no vas a poder poner de tu parte lo necesario para obtener resultados o simplemente quieres probar y te das cuenta que no es lo que necesitas para mejorar tus relaciones y valorarte más, te devolvemos el dinero sin hacer una sola pregunta.
¿Y si me parece interesante esto, pero todavía no estoy segura de si lo necesito?
Entonces no lo necesitas.
Hasta que no hayas llegado al cansancio extremo de sentirte constantemente culpable, ansiosa y con miedo de ser rechazada, puedes vivir sin esto.
No obstante, si te sientes así, no tienes tiempo que perder.